​Miguel Vieira Toro

La ciudad romana antigua contiene ciertas características que la hacen única y diferenciable de las demás de su época. Primeramente planteaba un Cardo y un Decumano que dividía la ciudad en cuatro partes, generando dos grandes avenidas que en el punto en donde se cruzaban se encontraba la plaza, el lugar de reunión y el corazón de la ciudad. Para los griegos lo que se encontraba en el centro era la acrópolis y luego en el centro de la ciudad medieval encontramos la catedral. La ciudad en cada una de las civilizaciones de abría desde un punto central generando entonces diferentes espacios al los que llamaban polis, o ciudad amurallada y necrópolis a los extramuros.

La diferencia principal con la ciudad moderna es que el crecimiento de la misma no es de forma concéntrica sino que crece más bien de una forma horizontal. Debido a esto noexiste entonces el punto de referencia como existía antes con la acrópolis griea por ejemplo y se empiezan a generan entonces relaciones democráticas homogéneas alrededor de la ciudad. En el momento en que la ciudad se industrializa el Barón Haussmann plantea sus planes de ensanche de la ciudad ligados más que a nada a la higienización de la misma.  Propone entonces grandes avenidas y  grandes bulevares que dejan entrar el sol a la ciudad y facilitan su limpieza. Con  la nueva construcción de la ciudad emerge entonces el sujeto moderno habitante de la ciudad. Este nuevo sujeto de la ciudad moderna lo llama Baudelaire  un flâneur. Este personaje toma entonces una importancia de observador, es un sujeto inquieto y vivo que recorre la ciudad con el afán de observar. La ciudad entonces le otorga a este sujete una subjetividad estándar que no es la propia del sujeto sino que es propia de la ciudad que habita. El habitante de la ciudad moderna esta ahora ligado a una deriva dentro de su propia ciudad para poder complacer su hambre de socializar. Este nuevo sujeto plantea entonces nuevas formas de pensar y se cambia de alguna manera el paradigma de la belleza. En la época anterior al modernismo el arte se basaba en la representación de dioses, episodios histórico, retratos de personas importantes, episodios mitológico y situaciones consideradas bellas. En el modernismo esta percepción del arte se abre al infinito, pues el concepto de lo que ahora es bello es inagotable. Esa belleza ya no es entonces el tema central del arte, lo que pasa a ser importante es el entendimiento y los nuevos significados que pueden tener los objetos al ser descontextualizados. En el momento que apreciamos entonces una obra de arte moderna o contemporánea resaltamos dos conceptos de Roland Barthes, el Studium y el Punctum. El Studium esta ligado entonces a nuestra percepción, es lo que podemos decir de la obra sin analizarla, es admirar su factura, y lo agradable o no que puede ser a la vista. Por otro lado, el punctum es todo lo que sucede detrás de la obra, es ese significado que nos llama la atención y para el cual necesitamos un entendimiento de lo que esta plasmado. Este punctum es directamente relacionado con la sensibilidad personal. Cada uno de nosotros podrá sentir algo diferente en momentos diferente y de maneras diferentes al estar observando la misma obra.

 

Bibliografiía:

Iglesias, Antonio. "Evolución De La Ciudad." PEI España 2013. Metroom, Barcelona. 27 Junio 2013. Presentación.